Una historia puede ser mágica, siempre que lo desees

Una historia puede ser mágica, siempre que lo desees
"Piensa, cree, sueña y atrevéte" Walt Disney

domingo, 11 de enero de 2015

Peter Pan por J.M Barrie


¡Hola de nuevo chicos! Hoy os queremos acercar más a la literatura y enseñaros que de una historia pueden salir muchas versiones. Muchos conoceréis el cuento de Peter Pan, por la versión de Walt Disney. A lo largo del tiempo se han hecho muchas adaptaciones. La que os traemos es la original, la primera, la creada por J.M. Barrie. ¡Disfrutarla!

Y recordar. Podéis lograr cualquier cosa. Solo hay que tener fe, confianza y polvo de hadas. 


Peter Pan por J.M. Barrie.

“Nunca jamás” no es como os imagináis… Peter Pan quizás no sea el niño que conocéis…
“Nunca jamás” es un lugar de sueños y pesadillas, que necesita a nuestro Peter Pan para estar lleno de ilusión, fantasía y color. Cuando Peter se marcha se torna oscuro y el invierno llega, más cuando nuestro amigo aparece, la primavera reina en cada rincón de este maravilloso mundo. Está habitado por seres magníficos y mitológicos como sirenas y hadas, además de piratas, indios y los niños perdidos que no tienen más familia que Peter. A ellos les encanta escuchar cuentos; y Peter para complacerles viaja por el mundo todas las noches, en busca de increíbles historias con las que entretenerlos. 
Esta historia comienza en Londres, una noche agradable y cálida, en la que Peter Pan iba en busca de cuentos y perdió su sombra. Nana, un perro-niñera, encontró la sombra de Peter y su dueña Wendy, se la quitó y la guardó. Cuando Peter se dio cuenta, regresó por dónde había venido, buscando de casa en casa, de habitación en habitación, hasta que  con ayuda de su inseparable compañera Campanilla; la encontró en la habitación de Wendy. Peter Pan, eufórico intentó pegársela una y otra vez sin resultado… finalmente se echó a llorar a los pies de la cama de Wendy. Al oír el llanto de un niño entre sueños, Wendy despertó y preguntó a Peter Pan cuál era el motivo de su disgusto, Peter muy afligido le explicó el problema de su sombra y Wendy con gran satisfacción ayudó a Peter cosiéndole la sombra.
Después de las presentaciones, Wendy le dijo a Peter que le daría un beso y finalmente le regaló un dedal. Peter muy contento, se lo agradeció dándole a su vez un colgante con una bellota. Tras una corta charla, Peter le ofreció a Wendy, acompañarle a “Nunca jamás”, ésta accedió y se llevó a sus hermanos. Aprendieron a volar gracias al polvo de hada de Campanilla. Y volaron durante meses siguiendo a Peter, aunque éste de vez en cuando perdía la memoria y se olvidaba de ellos.  Finalmente llegaron a Nunca Jamás.
Allí, se encontraron con el pirata más malvado de la isla… El Capitán Garfio. Peter ordenó a Campanilla que guiara a sus amigos hasta los Niños Perdidos, pero ella muerta de celos, por la presencia de Wendy, le desobedeció e instigó a los Niños a disparar una flecha a Wendy diciéndoles que era un pájaro.  Los niños dispararon y acertaron, Wendy cayó en picado al suelo. Cuando Peter regresó, desterró a Campanilla y se enfadó con los Niños Perdidos, creyendo que Wendy estaba muerta. Pero por suerte para todos, la bellota que le había regalado Peter había parado la flecha y salvado la vida a Wendy.  Todos se alegraron, Campanilla solo fue expulsada una semana y los Niños como compensación, construyeron una casa a su alrededor. Cuando Wendy despertó, los Niños la convirtieron en su madre y la invitaron a su guarida.
Mientras tanto, Garfio raptó a la princesa india, Tiger Lily, para obligarla a revelar el paradero de la guarida de Peter, ella se negó y Garfio la ató y la tiró por la borda, dejándola a su suerte ante la marea. Cuando Peter se enteró, acudió en su ayuda y salvó a la princesa. El jefe indio se lo agradeció e hicieron una gran  fiesta en su honor.
Después de la fiesta, Wendy les contó un cuento a los niños y empezó a sentir añoranza. Sus hermanos también sintieron nostalgia y los Niños Perdidos al ver lo mucho que echaban de menos a su familia, quisieron tener ellos también una. Tanta pena sintieron que decidieron marcharse de vuelta, los Niños Perdidos accedieron a ir con ellos, pero Peter se negó. Él no quería crecer. Wendy intentó convencerle pero él no accedió, ella  se entristeció y se despidió diciéndole que se cuidara y se tomara la medicina. Los Niños y Wendy salieron de la guarida y se encontraron con los piratas. ¡Los habían descubierto! Antes de marcharse, como no podían entrar a por Peter, envenenaron su medicina. Cuando fue a tomársela, Campanilla se lo impidió y le salvó bebiéndosela por él y cayendo envenenada. Peter consiguió salvarla y con ella como compañía voló hasta el barco para salvar a sus amigos. Tras derrotar a Garfio y salvar a Wendy y los Niños, tomaron el barco y con ayuda del polvo de hadas de Campanilla navegaron por el cielo hasta casa de Wendy. Allí los esperaban sus padres y su niñera, que locos de alegría, los recibieron con los brazos abiertos y adoptaron a los Niños Perdidos. También habrían acogido a Peter Pan, más él, decidió no quedarse, ya que no quería crecer. Pero Peter prometió que todos los veranos volvería a buscar a Wendy para que viajara con él.

Y así fue durante los primeros veranos, más Peter tenía muy mala memoria y con los años dejó de visitarla. Aunque a sus hijas y a las hijas de sus hijas también las visitó durante un tiempo. Porque, todos los niños crecen…. Menos uno.  

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